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Florencia Grillo: “Esta elección marcará un antes y un después en la forma de gobierno de EE.UU."

  • Foto del escritor: Revolución Redactada
    Revolución Redactada
  • 31 oct 2020
  • 9 Min. de lectura

La politóloga y autora del podcast “El Ala Oeste” discute el futuro de las elecciones presidenciales en Estados Unidos y las consecuencias de un triunfo de Donald Trump o Joe Biden.



El próximo martes 3 de noviembre se llevarán a cabo las elecciones presidenciales en Estados Unidos. El actual presidente Donald Trump se enfrenta al candidato demócrata y ex vicepresidente de Barack Obama, Joe Biden. Actualmente, más de 78 millones de personas han votado en el país, representando un récord nunca antes visto.


“Esta elección marcará un antes y un después en la forma de gobierno de Estados Unidos”, dice Florencia Grillo, politóloga y autora del podcast “El Ala Oeste” sobre la política del país.


–¿Por qué estas elecciones son tan excepcionales, al punto tal que pueden convertirse en la elección con la tasa de votos más alta desde 1908?


Donald Trump no vino solo a irrumpir en el sistema político, sino también a desmoronar el sentido democrático que tiene hoy por hoy Estados Unidos. En estos últimos cuatro años, se borraron mucho las líneas entre gobierno y partido. También ocurrió la consolidación de un nuevo movimiento, el “trumpismo”, que ocurre por fuera del Partido Republicano.


Manifestación del tea party y algunas de sus consignas: “¡El socialismo no es libertad! América despierta”, o “¡Cuanto más gana el gobierno, menos ganamos nosotros! ¡Reduzca el gasto y los impuestos ahora! | Foto: Sualci Quotes.


Según Grillo, este movimiento se gesta como parte del tea party, un movimiento de derecha que surgió por fuera de la política partidaria, y que representa, principalmente una ideología anti-Obama y fiscalmente conservadora.


Su nombre hace referencia al “Motín del Té”, un movimiento anticolonialista del siglo XVIII que buscaba la aprobación de impuestos al té sin requerir una representación, y una dependencia, al parlamento británico. Su apoyo fue fundamental para la victoria de Trump en las elecciones presidenciales del año 2016.


–¿Y qué ocurrirá con ese movimiento si Trump no es reelecto?


–Ahí hay otra discusión al interior del partido que tendrá de cara al futuro, que es ¿qué va a suceder? ¿va a haber otro líder? ¿va a haber un recambio generacional? ¿a quién van a representar? ¿se van a quedar con ese núcleo duro, blanco, cristiano, suburbano, o van a intentar ampliarse? Trump no solamente vino a irrumpir como algo nuevo en la política, sino que vino a cuestionar un montón de cosas de base que nos parecían normales.


–¿Cuáles?


–La sucesión presidencial. Trump cuestiona el voto por correo como si fuera fraudulento, algo que nunca sucedió en la historia. Es un presidente que superó distintas barreras y que llega en un momento de pandemia con más de 200 mil fallecidos, crisis económica y, aún así, tiene posibilidades de ganar. Aunque nos parezca débil, en realidad es un presidente muy fuerte.


Donald Trump no vino solo a irrumpir en el sistema político, sino también a desmoronar el sentido democrático que tiene hoy por hoy Estados Unidos.

–¿Crees que la posibilidad de reelección de Trump, a pesar de estas condiciones, representa una crisis de la democracia estadounidense?


–Sí, por supuesto. Creo que la democracia viene en detrimento, y en los últimos años se empezó a notar. En el caso de Obama y su llegada a la presidencia, él fue el primer presidente afroamericano y, al mismo tiempo, se gestó el movimiento Black Lives Matter.


–¿Y por qué esto representaría una crisis?


–Porque ni siquiera teniendo el primer presidente afroamericano, la comunidad [afroamericana] pudo sentirse segura y protegida. El surgimiento de ese movimiento que, hoy por hoy, es nacional, es algo que no suele suceder en Estados Unidos. Y que tenga tanta repercusión… llama la atención. Que esto haya surgido con Obama significa que la representación está rota.


–¿En qué aspectos más recientes se ve la crisis democrática?


–En los candidatos. ¿Cómo puede que la juventud se sienta representada por Bernie Sanders, un hombre que tiene casi 80 años? Hay algo que está mal.


Bernie Sanders (izquierda) junto con Joe Biden (derecha) en un debate del mes de febrero en Charleston, Carolina del Sur | Foto: New York Times


Bernie Sanders es un político demócrata y actual senador por el estado de Vermont. Fue candidato a presidente de los Estados Unidos en las primarias, tanto en 2016 como en 2020. Su edad fue un factor de amplia discusión a la hora de considerarlo como posible ganador.


Aún así, la juventud demostró su amplio apoyo a su candidatura en las redes sociales, principalmente a sus ideas de tinte socialista que buscaban un sistema de salud y educación gratuita. En abril suspendió su candidatura, abriendo las puertas a

Joe Biden para sumar puntos.


–Aún así, el grado de representación de diferentes grupos aumentó…


–Sí. Es lo que pasó en 2018 con la incorporación de nuevas figuras en el Congreso. Fue lo que se llamó blue wave, cuando los demócratas lograron ganar muchísimos escaños y llegaron a la Cámara de Representantes. Figuras como Alexandra Ocasio-Cortez, Ilhan Omar, mujeres con ideas progresistas y más alineadas también a un pensamiento muy latinoamericanista, si se quiere.


Alexandria Ocasio-Cortez (izquierda), diputada en el congreso de los Estados Unidos por el 14º distrito congresional de Nueva York, junto con Ilhan Omar, diputada por el 5º distrito de Minnesota | Foto: Getty Images


–¿En qué sentido?


–Se empezó a hablar, por ejemplo, de Bolivia, Argentina, Brasil... ¿En qué momento se le habría ocurrido a un congresista de Nueva York condenar el golpe de Estado a Bolivia en la Cámara de Representantes? Hay cosas que están pasando que están abriendo una puerta democrática y preocupan a los republicanos en estas elecciones.


Es un presidente que superó distintas barreras y que llega en un momento de pandemia con más de 200 mil fallecidos, crisis económica y, aún así, tiene posibilidades de ganar.

–¿Crees que los canales democráticos de mayor participación se pueden cerrar con una victoria de Trump?


–Sí, efectivamente. Por eso una de las políticas que más está con Donald Trump, Amy Coney Barret, representa un ala que es hasta más conservadora que el Partido Republicano. Ella es la jueza que fue designada y confirmada hace pocos días como parte de la Corte Suprema de Justicia. ¿De qué se encarga la Corte Suprema? Política migratoria, derechos reproductivos, derechos de minoría y derechos a la salud. Todo a lo que se opone el gobierno de Trump.


–Y ahora tienen mayoría…


–Generaron una mayoría de 6 de 9, es decir, pueden dar vuelta ahora, gane quien gane, la política migratoria a favor del pensamiento de Trump. Él fue el primer presidente en la historia que designó tres jueces en la Corte Suprema. Ese es su legado. Por eso se apuraron a designar a esta jueza a una semana de las elecciones.


–¿Hasta qué punto pensás que esta mayoría republicana va a tener influencia en los resultados de las elecciones?


–Primero, se va a definir todo en el Colegio Electoral. Hoy por hoy, por cómo está conformado, tiende por algunos puntos a beneficiar a Donald Trump. Por eso la diferencia de votos tiene que ser muy grande entre Biden y Trump para que Trump, el 3 de noviembre a la noche, si es que tenemos algún resultado, salga a decir que perdió.


–¿Crees que Trump admitiría su derrota?


–Yo sinceramente creo que no. No creo que tengamos resultados para hablar de un 50%, 60% escrutado con más de 78 millones de votos por correo, teniendo cuatro estados que están abriendo ese mismo día porque no tenían voto anticipado. Para mi va a ser imposible que tengamos esa noche algo claro.


–¿Y qué haría Trump en ese contexto?


–Va a esperar a que se termine el conteo oficial. Eso puede tardar semanas. Ahora, imagina que ganaron los demócratas con una diferencia de dos puntos. ¿Qué va a decir Trump? Que no sabe si eso es real porque el voto por correo es fraudulento. Ahí lo llevaría a la Corte Suprema, donde tiene mayoría. ¿Puede suceder lo que sucedió en el 2000 con Bush y Al Gore, donde se reabrieron todas las urnas, se realizó un recuento y no sabíamos quién es el presidente hasta enero, donde supuestamente es el acto de sucesión presidencial? Puede ser, no me parecería descabellado.


–¿Y cuál sería la reacción de la sociedad?


–La gente está radicalizada de ambos lados. Del lado de Donald Trump tenés a los Proud Boys, un grupo de supremacistas blancos que hace una semana quiso secuestrar a dos gobernadores. Del otro lado, tenés a las milicias negras, afroamericanos armados. Esta gente no se va a quedar tranquila con la incertidumbre de no saber quién ganó y, al mismo tiempo, con un presidente diciendo que es fraude. La gente está harta, radicalizada y tiene armas.


–¿Qué rol tomarían estos grupos radicalizados con una victoria de Trump?


–Me parece que hay muchos grupos que pueden hacer mucha presión después de las elecciones. El movimiento trumpista está compuesto por evangélicos, cristianos, blancos de los suburbios. Esa gente es la que tiene poca educación y mucho acceso a armas. Es gente que siempre fue un peligro, pero que ahora están lideradas y tienen un presidente que no sale a condenarlos. Es una retroalimentación constante.


–¿Y esto se exacerbaría o disminuiría acercándonos a las elecciones?


–Eso no creo que pueda disminuir en los próximos días, sino que, al contrario, se va a exacerbar y el presidente no va a hacer nada para frenarlo y que esos grupos no choquen.


La gente está harta, radicalizada y tiene armas.

–Una gran cantidad de americanos consideran que Biden es un candidato débil, ¿hasta qué punto cambiaría esta situación si ganara?


–Efectivamente, Biden es un candidato débil. Él representa al establishment, pero no representa al conjunto del Partido Demócrata. Es el mejor candidato de los peores candidatos. Pero lo que se suele decir ahora es que Joe Biden eligió a Kamala Harris porque él es una persona mayor.


Joe Biden y Kamala Harris, candidata a vicepresidente | Foto: Getty Images.


Actualmente Joe Biden tiene 77 años y Donald Trump 74. Sin importar quien gane, el próximo presidente será el más viejo de la historia de los Estados Unidos. Kamala Harris, la candidata a vicepresidente por Joe Biden, se presenta como una versión más joven y progresista: luchó por políticas que llevarán a una reforma del sistema de salud, una ciudadanía para inmigrantes indocumentados, la prohibición de armas de asalto, entre otros. Fue la segunda mujer afroamericana y la primera surasiática americana en servir en el Senado.


–Kamala no representa al mismo sector del partido que Biden…


–Para nada. Kamala Harris viene de ser una de las primeras mujeres afroamericanas que en California hizo, por decreto, leyes para minorías sexuales, las mujeres, se posicionó a favor del aborto... Viene con una agenda progresista que Joe Biden no tiene. Entonces, dicen los republicanos y, yo creo que con justa razón, Joe Biden es el caballo de troya para que Kamala Harris llegue al gobierno.


–Entonces, Kamala podría llegar a tomar el lugar de Biden. ¿Qué pasaría, en cambio, en el Partido Republicano si perdiera Trump? ¿Hay alguien que podría reemplazarlo?


–Yo no creo que Donald Trump tenga un reemplazo. Puede quedar su hijo, Eric Trump, que es una figura bastante importante dentro del partido. Pero el Partido Republicano entró en crisis después de perder dos elecciones seguidas contra Obama, y comenzó a perder apoyo propio en los red states [donde votan predominantemente por candidatos republicanos]. Empezó a haber una crisis de liderazgo y los que habían sido candidatos a presidentes ni siquiera hoy están en el Congreso. Desaparecieron completamente del mapa político.


–¿Y quién queda?


–Nadie. En el medio, Donald Trump había empezado a hacer campaña por fuera del sistema. Y el Partido Republicano le terminó abriendo la puerta. Ahora la pregunta es, ¿le va a cerrar la puerta a Donald Trump y va a empezar a buscar una nueva figura? Yo creo que esto no va a suceder. Creo que el trumpismo va a seguir. No como oposición, sino por fuera del sistema.


–¿Cuáles son los estados más importantes para definir esta elección?


–Los estados más importantes son Michigan, Wisconsin, Florida, Carolina del Norte, Pensilvania y Arizona. ¿El motivo? Porque son estados que en 2016 logró ganar Donald Trump, y que en ese momento no tenían una tradición republicana. Es decir, se volcaron, por pocos puntos. Ahora están en disputa. No es casualidad que sean los swing states.


–Especialmente por los latinos...


–La población en esos estados es latina. En total en el país, hoy por hoy, son 32 millones de latinos los que tienen derecho a votar, y ya votaron aproximadamente 15 millones. Que ya la mitad haya votado es mucho. Es récord en todos lados, en estados que son rojos por excelencia como Georgia o Indiana, que son el interior profundo. Hay muchos estados que están poniéndose al hombro la elección. Como lo que surgió en los últimos días en Texas.


–¿En qué sentido?


–Texas pasó de ser un bastión republicano a un territorio de disputa. ¿Por qué? Porque en Texas hay mucha población latina y afroamericana, y esto puede dar vuelta la elección. Si Joe Biden gana efectivamente por un punto, se lleva 37 votos electorales, una mayoría abrumadora dentro del Colegio. Es muchísimo y Texas es el segundo estado más importante en el Colegio.


En total en el país, hoy por hoy, son 32 millones de latinos los que tienen derecho a votar, y ya votaron aproximadamente 15 millones.

–¿Y qué impacto tendría esto?


–Ningún demócrata jamás en la historia ganó Texas. Los demócratas pueden quedarse con la Casa Blanca, la Cámara de Representantes y el Senado. Es muy importante lo que está pasando porque puede marcar un antes y un después. Puede marcar el fin de un presidente que es muy fuerte, y puede ser un fin en serio.


 
 
 

1 comentario


mimivila3
mimivila3
02 nov 2020

Es un reportaje muy bien conducido ya que notoriamente tiene como objetivo el despliegue de los conocimientos sobre el tema, de la figura entrevistada. Las preguntas son claras, concisas y las respuestas resumen en pocas palabras temas muy importantes expresados con suma claridad.

Me parece importante remarcar de lo antedicho que es un mérito importante de la entrevistadora Ailén Vila haber llevado adelante su tarea con esta actitud , en la que el objetivo debe ser el despliegue de los conocimientos del entrevistado sobre el tema, para así lograr la mejor información.

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